En el marco del 35 aniversario de la llegada al poder de la última dictadura militar argentina, el centro de la ciudad amaneció empapelado con afiches en contra de Mirtha Legrand, Mauro Viale, Mariano Grondona, Hernestina Herrera de Noble, Franco Macri, Constancio Vigil, Chiche Gelblung, Aldo Proietto y Joaquín Morales Solá, referentes del apoyo al “Proceso” más sangriento de la historia del país que dejó un saldo de 30 mil desaparecidos.
En los carteles, los personajes aparecen vistiendo una gorra militar bajo la leyenda “Cómplices” y sobre el lema "Yo no me olvido". La pegatina, efectuada por la organización "La Poderosa", se llevó a cabo en Avenida de Mayo y sus alrededores, desde el Congreso hasta la Casa Rosada.
El común denominador de todos los personajes que figuran en el escrache es que en algún momento expresaron su simpatía con el “Proceso de Reorganización Nacional” que gobernó la Argentina entre los años 1976 y 1983, cuando un golpe militar derrocó a la presidente María Estela Martínez de Perón e instaló una junta militar formada por Jorge Rafael Videla, el Eduardo Emilio Massera y Orlando R. Agosti.
Durante ese período, los periodistas, conductores y empresarios en cuestión mantuvieron relaciones estrechas con las Fuerzas Armadas, situación que derivó en que hoy en día se los trate como “cómplices” de aquella época nefasta para la historia argentina.
La diva de los almuerzos, contó en uno de sus programas que una sobrina de ella y su marido fueron víctimas de la última dictadura. Ambos fueron secuestrados y torturados. Su sobrina, María Fernanda Martínez Suárez, a las 48 horas fue liberada “gracias a que yo era conocida y famosa” expresó la diva. Pero el esposo de Suárez no corrió la misma suerte y fue fusilado en “un enfrentamiento”.
A pesar de esto, la conductora opositora al gobierno siempre tuvo una buena relación con la junta, en varias oportunidades defendió a Videla y hasta fue fotografiada en una cena con Emilio Massera, Alfredo Astiz y Eduardo "El Tigre" Acosta, entre otros represores.
El periodista Mariano Grondona, en compañía con Bernardo Neustadt, manejaba la televisión estatal de los militares y recibía el sostén de la junta, con quienes compartía la ideología. A través de la revista Carta Política y diversos diarios de la época hizo explícito su apoyo hacia el gobierno de facto.
Por otro lado, a Mauro Viale, el periodista deportivo y relator del mundial 78, también se lo relaciona con las fuerzas armadas aunque por el contrario, haya asegurado: “Durante la dictadura militar yo estaba en el limbo”.
En cuanto a Hernestina Herrera de Noble, hoy está en la mira de la justicia por la adquisición ilegal de Papel Prensa en ese período y la supuesta apropiación de hijos de desaparecidos.
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