Bolivia planea erradicar en 2011 más hectáreas de plantaciones de coca que el año pasado dentro de su estrategia antidroga. En el año 2010 se suprimieron 8.200 hectáreas.
El Gobierno de Evo Morales prometió llevar a cabo este proceso a través del diálogo, sin afectar a las comunidades que usan esa planta para ritos culturales y fines medicinales. En lo que va de año, la Fuerza de Tarea Conjunta que dirige la eliminación de cultivos de hoja de coca en Bolivia ha destruido más de 1.300 hectáreas de esos cultivos que, previamente, fueron catalogados como un excedente de lo permitido por el Gobierno para el consumo de las comunidades indígenas.
Los intentos de Morales por despenalizar el uso de la hoja de coca que, desde hace siglos, es consumida por indígenas bolivianos son fuertemente apoyados en su país. Hace poco en Bolivia se celebró una ronda de manifestaciones en la que participaron centenares de indígenas, campesinos y cultivadores de productos a base de hoja de coca. "La hoja de coca no es droga", declaraban los manifestantes recorriendo las calles de las ciudades bolivianas.
No obstante, el ex dirigente de campesinos cocaleros y actual presidente Evo Morales se ve obligado a respetar la Convención de la ONU que incluye la hoja de coca en la lista de sustancias prohibidas -ya que contiene alcaloides y es la materia prima de la cocaína-, y enfrentar las inquietudes de EE. UU. con quien Bolivia rompió relaciones en 2008 cuando expulsó a la Agencia Antidrogas de EE. UU. de su territorio y Washington expulsó al embajador boliviano.
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