Un presunto descuartizador intentó vender partes del cuerpo de su esposa haciéndolos pasar por carne porcina.
Ocurrió en Tanzania y el tipo ya está preso por ser el principal sospechado de asesinar a su mujer e intentar vender la cabeza y otras partes del cuerpo de la víctima.
La denuncia fue propiciada por personal de seguridad de un Banco de la ciudad de Kahama, en el suroeste del país, cuando este "buen señor" se acercó a ellos y no tuvo mejor idea que ofrecerles unos pedazos de carne de cerdo que llevaba en una bolsa de polietileno. Hete aquí que la carne no era precisamente de un puerco sino que era humana. Fue arrestado y, según su propia confesión, los trozos en cuestión pertenecían a su joven mujer de 18 años. Aún no han determinado el grado de cordura o locura de este sujeto.
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