Un hombre murió, y otras diez personas sufrieron picaduras de distinta gravedad, cuando un enjambre de abejas atacó al cortejo fúnebre, que sepultaba a una mujer en un cementerio del paraje santiagueño de Mistol Pozo.
La muerte de Hilario Coronel, de 63 años, a sólo doce minutos de haber sido picado por las abejas, conmocionó a los familiares y amigos que participaban de las exequias, quienes huyeron del cementerio sin concretar la ceremonia fúnebre y pidieron ayuda a la policía.
Bomberos y efectivos policiales, fumigaron en la noche del martes con humo el nicho para espantar a las abejas y permitir que este miércoles, se concretaran las dos inhumaciones.
La familia Coronel, se había congregado en la mañana del martes en el cementerio de Mistol Pozo, 180 kilómetros al sudeste de la capital santiagueña, para despedir a Estela de Olivera, de 84 años, fallecida el sábado en Rosario.
Cuando los familiares abrieron uno de los nichos nuevos del cementerio para colocar el féretro, salieron de allí miles de abejas que habían armado su colmena, y atacaron a los deudos de la fallecida.
De la ceremonia, participaban unas 25 personas y según relataron familiares de las víctimas a la prensa local, uno de los primeros en ser atacados por las abejas fue Coronel, "quien murió a los 12 minutos".
Asimismo, dijeron que uno de los once hijos de la mujer fallecida en Rosario, Osvaldo Olivera, quedó internado en un hospital de Colonia Dora por las picaduras graves que sufrió.
La familia huyó del cementerio y el cajón de la octogenaria quedó en el cementerio, a resguardo del personal de la necrópolis municipal.
Efectivos policiales, que concurrieron en la tarde del martes a la zona de nichos para verificar las denuncias por la muerte de Coronel, también fueron atacados por las abejas.
Ante ello, la jueza de Añatuya Gladis Liliana Lami ordenó a los bomberos que fumigaran el nicho para sacar a las abejas y facilitar la labor policial.
Los bomberos fueron asistidos por especialistas en apicultura, que lograron espantar a las abejas con humo, y retiraron la colmena para que no vuelvan a instalar su nido en el cementerio del departamento de Salavina.
En ese marco, esta mañana la familia pudo concretar las inhumaciones de Olivera y Coronel.
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