El satélite alemán ROSAT, que estaba fuera de servicio desde 1999, cayó a la Tierra el sábado por la noche, según confirma la NASA. La hora estimada del 'regreso' a su planeta de origen fue entre las 21:45 y las 22:15, hora de la costa este de EE. UU. (GMT 1:45-2:45). El lugar de la caída de los elementos que no se quemaron en la atmósfera todavía se desconoce.
El sitio del impacto de un satélite es siempre muy difícil de prever. Los científicos esperaban su aterrizaje en la costa occidental mexicana y unas horas antes, en el Atlántico, cerca de la costa brasileña.
El satélite pesaba unas 2,5 toneladas, pero según la opinión del Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán), la mayor parte de él debería de haberse desintegrado. El DLR también afirmaba que la posibilidad de que algún componente del satélite llegara a producir daños al caer en la Tierra era mínima.
Desde que fue puesto fuera de servicio, el satélite alemán perdía altura continuamente debido a la cercanía con la atmósfera terrestre. Luego entró en esta a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora.
A finales de septiembre otro satélite descontrolado, el UARS de la NASA, cayó a la Tierra sin causar ningún daño. Los restos del artefacto impactaron en el norte del Océano Pacífico, cerca de la costa oeste de EE. UU.
Mientras tanto más del 80% de los cohetes, satélites y otros vehículos lanzados al espacio desde 1957 se encuentran en la órbita terrestre sin cumplir función alguna. Es basura cósmica, que se mueve a velocidades que oscilan entre ocho y diez kilómetros por segundo. Por lo cual cualquier objeto, por más diminuto que sea, puede causar serios daños a una nave espacial, suponiendo por ello un riesgo muy serio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario