A un año de
la misteriosa explosión de dos casas, vecinos y especialistas refutan la
hipótesis oficial. ¿Por qué intentaron "tapar" lo que ocurrió?
Hubo un
resplandor cegador, seguido de una explosión que hizo mover el piso y las casas
de varias manzanas del barrio 9 de abril, de Esteban Echeverría. Gente
corriendo desesperada, un poste de luz con un fuego imposible de extinguir y
dos casas reducidas a escombros. Una mujer murió y nueve personas resultaron
heridas. Las autoridades hablaron de una acumulación de gas y cerraron el caso.
Pero un año después, vecinos y especialistas del fenómeno OVNI refutan con
pruebas esas versiones y piden que se sepa la verdad que “trataron de tapar”.
¿Se llevaron algo del lugar? ¿Por qué se borraron las pruebas en cuestión de
horas? ¿Qué fue lo que cayó en el “Roswell” del Conurbano?
24CON volvió
al lugar un año después y entrevistó a los testigos de la explosión del terreno
ubicado en la calle Luis Vernet entre Los Andes y Garreador. Todos están de
acuerdo que lo que haya sido, provino del cielo y con una fuerza nunca vista. Y
que durante varios días después atestiguaron muchos procedimientos
“sospechosos”, camionetas extrañas, gente de traje hablando en inglés,
topadoras que arrasaron el lugar, intervenciones en teléfonos celulares –con
mensajes intimidantes- e incluso palizas para quienes se animaron a mostrar
fotos del suceso.
“Según lo que
grabaron algunas cámaras de seguridad, la explosión fue a las 2:16 de la
madrugada. A la tarde llegaron las máquinas, que trabajaron toda la noche y
para el otro día el lugar era una cancha de tenis, destruyeron cualquier
evidencia”, explicó Luis Burgos, titular de la Fundación Argentina de Ovnilogía
(FAO) e investigador desde hace más 40 años. “La gente se asusta cuando uno habla
de OVNI’s, pero no es necesariamente algo relacionado con extraterrestres, sino
cualquier sonda, experimento o artefacto que no se pueda identificar, que puede
ser terrestre, como un elemento de espionaje”, explicó. Y aclaró que no quedan
dudas que la evidencia muestra que lo que ocurrió allí fue provocado por un
OVNI.
LOS TESTIGOS:
“Volvía de un cumpleaños de 15 y apenas terminé de cerrar la puerta, vi una luz
y una explosión que tiró todo abajo”, recordó a este medio Mirta, una vecina
que vive a la vuelta de la zona del impacto. “En mi casa se rajaron todas las
paredes y se cayó parte del techo, apenas pude salir vi gente corriendo por la
calle, mucho olor a azufre y nada de fuego”. También contó lo que después
confirmarían varios vecinos más. Una carpa amarilla en el lugar, algo que se
llevaron, una camioneta que sería de la NASA y ninguna explicación oficial.
A metros de
ahí, vive Diego Villalba, un devoto del Gauchito Gil que no duda que el santo
popular lo salvó de la explosión. “Me desperté con el ruido infernal y me llevé
a mi familia de acá, cuando volví noté que el poste estaba con fuego en la
punta y ardió durante muchas horas hasta que lo apagaron”, contó. Ese poste sería clave para desentrañar lo sucedido.
“Después, el palo se cayó y de la punta salió un trozo de un metal extraño, que
se llevó una persona que trabaja en telefónica”. Otro de los trozos, mucho más
pequeño, cotizaba a unos $700 para uno de los vecinos. La “viveza criolla” no
descansa. “Yo trabajo de gasista y algo así no lo hace ni las garrafas ni un
horno pizzero”, agregó Martín Chamorro. Ambos recordaron que a un pibe del
barrio, que tomó imágenes de lo que cayó del cielo, le sacaron el celular y lo
hicieron “retractarse” de lo que había mostrado. “Lo cagaron a palos para que
no hable”.
Estela Ojeda
vive justo enfrente de las casas que explotaron y pensó que estaban
bombardeando el barrio. “Cuando salí vi eso y pensé que estaban todos muertos”,
relató a 24CON. Primero trató de auxiliar a su hija, que
estaba encerrada con un ataque de nervios. Después, ayudó a sus vecinos
heridos. En ningún momento vio fuego. Ella también observó que “algo se
llevaron” cuando pusieron la carpa amarilla en el sitio y le pareció muy
sospechoso que lleguen ambulancias y bomberos de Ezeiza antes que de Monte
Grande.
Aún mantiene
contacto con Fabián Sequeira y su mujer Yeanigres Cornejo Medina, dueños del
horno al que las autoridades atribuyen la tragedia. “Cuando declaré en la UFI 6
de Lomas me dijeron que había sido una explosión de gas, lo mismo que le
dijeron a ellos”, aseguró, aunque íntimamente están seguros de que eso es
imposible. También le resulta sospechoso cómo le “bloqueron” su celular (igual
que ocurrió con otros vecinos) y todo el dinero que se repartió entre los
damnificados para “silenciar” lo ocurrido.
Incluso los
vecinos más alejados conviven con las secuelas de ese día. Olga Perucho, una
maestra jubilada que vive a 7 cuadras, se acercó desesperada a pedir ayuda.
Después de la explosión, en su casa aparecieron rajaduras profundas, daños en
el techo y roturas progresivas por lo que hoy vive con miedo de que su vivienda
colapse. Todos los daños y pedidos están documentados, a la espera de
asistencia para ella y los chicos que tiene a cargo.
Los hechos: A
las 2:16 de la madrugada del 26 de septiembre del 2011, una explosión destruyó
dos viviendas ubicadas sobre la calle Vernet. Así quedó registrado en varias
cámaras de seguridad de diferentes comercios que muestran un destello y después
otro más intenso. Silvia Espinoza Infante, de 43 años y nacionalidad peruana
que se encontraba de visita, murió en el lugar aplastada por una pared. Fabián
Orlando Sequeira, Rodrigo Sequeira, Gianni Grey Cornejo, Hilda Ortiz, Julio
Espinoza, Alejandra Rodríguez, Paola Pedroso, Orlando Pedroso y Emanuel Sequeiro
fueron atendidos por heridas de diferente consideración.
La vegetación
del lugar no sufrió daños y cuando se removieron los escombros, quedó expuesto
un pequeño cráter que luego fue tapado. Ninguno de los testigos vio fuego y
varios sintieron olor a azufre y algunos recuerdan horas antes la caída de una
fina capa de pequeñas piedras y cenizas, similares a granitos de arroz. Tampoco
hubo daño alguno en los cables de alta tensión que cruzan a pocos metros de la
zona. Pero a la vuelta de ese terreno, sobre la calle Los Andes, un poste de
luz con signos de un impacto ardió durante casi 6 horas.
Pocas horas
después, policía bonaerense y de diferentes organismos participaron de un
operativo. El despliegue fue llamativamente inmediato. A las pocas horas, se
removieron los escombros del lugar con máquinas y al otro día ya no quedaba
nada. En el medio, mientras el lugar estuvo vallado, se improvisó una carpa
amarilla durante un par de horas. Allí es cuando los testigos aseguran que
sacaron algo similar “a ladrillos”. Los ocupantes de las viviendas fueron
reubicados en casas alquiladas y la mujer fallecida fue llevada a Perú para su
inhumación. El terreno hoy es un baldío.
Las hipótesis: El informe oficial impulsó la hipótesis de una acumulación de gas
por una mala conexión en un horno pizzero. Tanto el horno como las garrafas
fueron sacados intactos, según el testimonio de testigos. Además, el daño de la
explosión no parece consistente con lo que puede ocasionar ese siniestro ni
tampoco explica el incendio en el poste a la vuelta, ni los destellos que
vieron los testigos ni la posición en la que quedaron los vehículos entre los
escombros.
También se
barajó la posibilidad de que se trate de daños provocados por un “arco
voltaico”, una descarga a tierra de las antenas de alta tensión cercanas a la
vivienda, aunque un suceso de este tipo debería haber provocado alteraciones en
el campo eléctrico de toda la zona y por lo menos en los cables, cosa que no
ocurrió, ni tampoco explica el tipo de explosión ni daños.
Otra de las
teorías postulaba como posible la caída de un meteorito o de chatarra espacial.
Sin embargo, el ángulo entre el poste impactado y la zona del cráter debajo de
la explosión tienen un ángulo imposible, ya que el objeto pasó sin tocar entre
los cables de alta tensión y las casas y árboles de viviendas vecinas. También
hubiese sido razonable hallar restos en el lugar o que caiga más de un
fragmento en otros lugares o que varios testigos de localidades vecinas vean el
fenómeno.
“Nosotros
creemos que fue alguna clase de sonda o aparato chico que falló y primero
impactó contra el poste y luego explotó a cierta altura antes de tocar el
suelo, con un movimiento de implosión y explosión”, explicó Burgos, hipótesis
que es apoyada por integrantes de otros grupos de investigación. “Sea de dónde
sea, un objeto militar secreto o algo de origen extraterrestre, es la hipótesis
más probable, y en el tiempo se demuestra, juega a favor del investigador”.
Los
interrogantes
¿Por qué
todos los vecinos están de acuerdo en que cayó algo del cielo, e incluso,
muchos aseguran haberlo visto antes del impacto? ¿Por qué varios recuerdan una
fina lluvia de piedritas similares a granos de arroz?
Pablo Daniel
Warmkraut, director del grupo de investigación Aurora, sostiene que cuando
llegó vio a un grupo de personas que se identificaron como “astrónomos” y
también a una pareja de hombres vestidos de traje hablando en inglés, al mejor
estilo “hombres de negro”. ¿Astrónomos para ver una explosión de gas?
¿Por qué las
conversaciones de Luis Burgos con los vecinos fueron grabadas y dejadas en el
contestador de su teléfono como “intimidación”? ¿Quién tiene la tecnología para
acceder al celular de otra persona cuando no está en una llamada, grabar vía el
micrófono del aparato y mandarlo?
¿Por qué se
“limpió” el lugar en cuestión de horas? ¿Se realizaron todas las pericias
necesarias en tan poco tiempo? ¿Se llevó algo del lugar? después de un año ¿Se
sabe realmente por qué murió Silvia Espinoza Infante?. 24 Con.