La coalición opositora siria, pidió
hoy ayuda a los líderes árabes para que la comunidad internacional, entregue
armas "sofisticadas" a los rebeldes, incapaces de inclinar de su lado
la contienda, y recibió el apoyo de Arabia Saudita.
Dirigiéndose a la cumbre de la Liga
Árabe que se celebra en Kuwait, Ahmed Jarba, líder de la Coalición Nacional
opositora, pidió a los líderes regionales "que presionen a la comunidad
internacional para que cumpla su promesa de entregar armas sofisticadas a
nuestros revolucionarios".
Poco antes, el príncipe heredero de
Arabia Saudita acusó a la comunidad internacional de haber
"traicionado" a la rebelión siria, carente de armas suficientes para
imponerse en su guerra contra el régimen del presidente Bashar al Asad.
"La resistencia siria legítima ha sido traicionada por la comunidad
internacional, que la ha convertido en una presa fácil en manos de fuerzas
inicuas", declaró el príncipe Salman Ben Abdel Aziz al abrirse la cumbre
anual de la Liga Árabe.
El príncipe saudí, cuyo país es uno de
los principales padrinos de la rebelión siria, se refería a las promesas incumplidas
de armar a la insurgencia para que combata mejor a las tropas del régimen de
Damasco, apoyado a su vez por Rusia, Irán y el Hezbolá libanés. "Para
salir del bloqueo en Siria, hay que favorecer un cambio en el equilibrio de
fuerzas en el terreno, facilitando el apoyo que merece la oposición,
representante legítimo del pueblo sirio", dijo el príncipe saudí.
En cambio, el mediador de la ONU y la
Liga Árabe para Siria, el argelino Lajdar Brahimi, insistió en la necesidad de
una "solución política" y pidió que "se ponga fin a la entrega
de armas a todas las partes". Según fuentes de la oposición siria, Estados
Unidos está bloqueando el suministro de armas antiaéreas y anticarro a la
oposición por parte de sus aliados. Washington teme que esas armas caigan luego
en manos de extremistas.
La aviación está siendo precisamente
uno de los puntos fuertes del ejército regular, que se anotó avances
significativos en las últimas semanas. El conflicto en Siria, que a mitad de
marzo entró en su cuarto año, ha dejado de momento más de 140 mil muertos,
según una ONG opositora, además de millones de desplazados.
Jarba pidió también a los jefes de
Estado árabes que le entreguen a la oposición siria el asiento de Damasco en la
Liga Árabe. Éste quedó vacante cuando la Liga suspendió de membrecía al régimen
en 2011, por su represión sangrienta de las protestas. El año pasado, el
organismo atribuyó el asiento a la oposición, pero no se lo ha entregado de
manera efectiva porque ésta no ha cumplido aún todos los requerimientos
legales, según el secretario general, Nabil al Arabi.
"El hecho de mantener vacante el
asiento de Siria en la Liga Árabe es un mensaje al régimen de Asad, que lo
anima a seguir matando a los sirios", dijo Jarba con un tono crítico. En
este punto, Jarba recibió también el apoyo del príncipe saudita, quien se
mostró "sorprendido" de que la coalición opositora no haya podido
ocupar el asiento de Siria en la cumbre árabe de Kuwait. "Hay que
solucionar esta situación (...) para mandarle un mensaje fuerte a la comunidad
internacional, y que cambie de actitud respecto a la crisis siria",
añadió.
Ahmed Jarba pidió igualmente que las
embajadas sirias en los países árabes sean entregadas a la oposición. El
mediador Brahimi pidió a Europa, Estados Unidos y la ONU reactivar las
negociaciones de Ginebra, que en febrero reunieron a representantes del
gobierno sirio y la oposición, sin lograr ningún avance. El diplomático
reconoció no obstante el lunes que "de momento no se plantea" fijar
una fecha para una nueva ronda de negociaciones entre el gobierno y la
oposición.
De otra parte, los rebeldes sirios
conquistaron hoy el pueblo de Samra, en la zona costera de Latakia, un bastión
del régimen en el noroeste de Siria, informó una ONG opositora. Según esta ONG,
el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los rebeldes habían lanzado
el lunes una gran contraofensiva en cuatro provincias del norte de Siria, donde
ganaron terreno.
Los rebeldes y sus aliados yihadistas
"tomaron el control del pueblo de Samra en las primeras horas del
martes", indicó hoy el OSDH, con sede en Gran Bretaña. Una fuente de
seguridad en Damasco desmintió la conquista de Samra, afirmando que seguía
habiendo "combates feroces" en este pueblo.
Según el OSDH, en la provincia de
Latakia, bastión del régimen y la región de la familia del presidente Bashar al
Asad, que dirige el país desde hace 45 años, los insurgentes ya habían tomado
un punto fronterizo con Turquía. También controlan la plaza principal del
pueblo de Kasab, a seis kilómetros de distancia. El municipio de Kasab cuenta
con cinco mil habitantes. De ellos, dos tercios son armenios y el resto
alauitas, la confesión de Asad. Desde hace tres años, Siria es el escenario de
un conflicto que se ha cobrado al menos 146 mil muertos según el OSDH, y ha
obligado a millones de personas a dejar sus casas. Milenio.
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