Las autoridades interceptaron dos camiones con 513 indocumentados que pretendían llegar a los Estados Unidos. La tecnología permitió el rescate de los centroamericanos, que estaban atados como si fuesen animales
Los inmigrantes viajaban hacinados en dos tráileres por las carreteras del estado mexicano de Chiapas, según informó la Procuraduría General de Justicia del Estado. Las autoridades advirtieron como sospechosos los dos camiones y solicitaron que los conductores detuvieran los vehículos en un retén en una de las entradas de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado y fronteriza con Guatemala. Cuando los choferes se dieron a la fuga, comenzó la persecución.
Por el tamaño de los tráileres, la policía mexicana logró alcanzarlos rápidamente y, gracias a la nueva tecnología, advirtieron la situación de hacinamiento de cientos de personas en su interior (foto).
Cuando abrieron los portones de los dos vehículos, los agentes se encontraron a los sin papeles atados con cuerdas a una red, según la agencia AP. Aunque el suelo de los camiones estaba agujereado para permitir la entrada de aire, los inmigrantes estaban "sedientos y al borde de la inanición", según el relato de los propios afectados. "Sufrimos mucho. Hacía mucho calor y estábamos atados con cuerdas", explicó un inmigrante hondureño.
En el primer vehículo viajaban 273 personas, y las otras 240, en el segundo. Estos 513 indocumentados son originarios de El Salvador, Ecuador, China, Japón, India, Nepal, Honduras y República Dominicana. Según informaron las autoridades, los indocumentados habían pagado 7 mil dólares para ser guiados por el desierto hasta los Estados Unidos.
Los inmigrantes fueron trasladados a las instalaciones de la procuraduría, donde permanecían retenidos. Allí recibieron alimentos, además de atención médica, jurídica y psicológica, afirmó el gobierno chiapaneco.
"Es la operación más importante de rescate de inmigrantes ilegales viajando en condiciones inhumanas", ha explicado un vocero policial a la agencia AFP.
Las máquinas de rayos X se han transformado en una de las herramientas más utilizadas por la Policía y las Fuerzas Armadas de México. No sólo se recurre a esta tecnología para detectar indocumentados en manos de coyotes, sino también para dar con cargamentos de drogas.
De hecho, el mismo día que encontraron a los migrantes, esta tecnología permitió incautar más de 80 kilos de cocaína escondidos en los tanques de combustible de un camión que transportaba frutas.
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