Al menos catorce personas murieron y 63 resultaron heridas por cuatro explosiones contra objetivos policiales en distintos puntos de Bagdad.
Según una fuente del Ministerio del Interior precisó que tres de los ataques fueron contra comisarías de la policía, mientras que un tercero se llevó a cabo contra una patrulla.
Uno de los atentados fue contra una dependencia de Al Alauia, en el centro de la ciudad, donde una coche-bomba conducido por un suicida estalló en su entrada y causó la muerte de cinco personas -tres de ellas agentes- y heridas a veinte, de diferente gravedad.
En un atentado similar, al menos seis personas perdieron la vida, entre ellas tres policías, y otras 28 resultaron heridas en la comisaría de Al Huriya, en el noroeste de la capital.
Asimismo, la misma fuente señaló que al menos tres personas perecieron y otras doce resultaron heridas, tres de ellas agentes, por la explosión de un coche-bomba aparcado cerca de otra comisaría en el barrio de Al Ilam, en el suroeste de Bagdad.
En esa misma área de la ciudad, pero en el barrio de Al Yihad, el estallido de un artefacto contra una patrulla policial causó heridas a tres efectivos.
Todos estos ataques ocurren en un momento en el que las autoridades iraquíes estudian la permanencia de entrenadores y formadores estadounidenses en el país después de finales de este año, cuando expira el plazo para el repliegue de las tropas de EEUU, según el acuerdo firmado entre Washington y Bagdad en diciembre de 2008. EFE
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