A los ocho años Thomas Lobel, manifestó su intención de cambiar de sexo. Hoy tiene once, y sus madres lesbianas lo acompañan en esta decisión: El pequeño se encuentra en proceso de convertirse en una chica, Tammy, tal como ya se hace llamar.
Thomas Lobel, que ahora se llama Tammy, está en tratamiento con una hormona de bloqueo que despertó la polémica en California, de donde es oriunda la familia.
Según informa el diario Daily Mail, las madres del pequeño, Paulina Moreno y Lobel Debra, explican que están de acuerdo con la decisión, porque los niños con trastorno de identidad sexual obligados a posponer la transición, podrían enfrentar un mayor riesgo de suicidio. Cambiarse el sexo fue su deseo desde que tuvo capacidad de hacerse entender, declararon las mujeres.
Las mujeres adoptaron a Thomas Lobel con dos años y, aunque sus madres siempre quisieron que fuera una niña, aseguran que nunca lo presionaron para que se convirtiera en mujer. De hecho, una de las primeras cosas que les dijo cuando con tres años pudo hablar fue "yo soy una niña". Y lo hizo con el lenguaje de signos, porque Thomas sufre un defecto en el habla.
Según informa este diario, después de que Thomas intentara mutilarse sus genitales, los psiquiatras le diagnosticaron un trastorno de identidad sexual, y entonces empezó el tratamiento con esta hormona que le impedirá experimentar la pubertad como un varón, y por la que no desarrollará voz grave y vello facial, entre otras cosas.
Las mujeres cuentan que ahora Thomas está feliz, aunque la familia enfrenta fuertes críticas de amigos, familiares y de parte de la sociedad en general.
El diario informa que a menudo se encuentran con gente que les pregunta cómo pudieron hacer eso, pero ellas están tranquilas y esgrimen datos como que en el Reino Unido, un 50% de los transexuales, intentan suicidarse antes de cumplir los 20 años.
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