La explosión de Monte Grande, en el municipio de Esteban Echeverría, sigue siendo tema de debate. Los especialistas del caso de la tragedia (en la cual falleció una mujer) afirman que fue a causa de una pérdida de gas. En tanto, un grupo de estudiosos sobre casos de ovnis y fundamentalmente los vecinos, aseguran que un objeto cayó del cielo y generó la catástrofe.
Adrián Nicala, integrante de Testimonio Ovni, fue uno de los expertos que se acercó a la vivienda de la avenida Vernet 3865, del barrio 9 de Julio en Monte Grande. Allí tomó varias fotografías y habló con vecinos testigos de aquella madrugada del pasado lunes. “Todos, absolutamente todos, opinan que se trata de un objeto que vino de arriba, un objeto volador no identificado”. Así, Nicala dejó en claro su postura opuesta al informe preliminar redactado por bomberos, expertos en explosivos y un perito ingeniero que explica que fue una pérdida de gas de una garrafa conectada a un horno pizzero.
“En primera medida concluimos en ‘Testimonio Ovni’ que de ninguna manera esto se debió a una explosión de gas, ni siquiera a un meteorito, ya que constatamos que el objeto vino de arriba, impactó en el poste de luz y no en ángulo descendente”, explicaron y además ejemplificaron que “hay dos árboles que inevitablemente, si fue algo meteórico, tuvo que atravesar sus follajes y los mismos se encuentran enteros”.
Por otra parte, desde la agrupación que comanda Nicala, subrayaron que “el ovni mantuvo altura antes de estallar, y como lo cuentan testigos, estalló arriba. Fue energía muy alta en forma expansiva, concordante con los choques de ovnis”.
Distintos estudiosos de estos fenómenos se acercaron al lugar del hecho en los últimos días. Entre ellos dijeron presente Andrea Simondini, quien se encargó del material fotográfico, Pablo Warmkraut (miembro del grupo Aurora), Pablo Lo Tártaro, Luis Burgos (FAO) y Fabián Torti (Grutap).
Cabe recordar que la controversia comenzó cuando un vecino sacó una foto al cielo en donde se ilustró una luz roja bajando y afirmó ver la “bola de fuego”. A partir de ese entonces, el misterio se apoderó de la zona sur del conurbano bonaerense.
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