John Webster,
es el fornido profesor de gimnasia, de un colegio público del neoyorquino barrio
de Queens. Antes de iniciar su carrera docente, Webster fue un destacado atleta,
que llegó a jugar como defensa en un equipo semi profesional de fútbol
americano. Sin embargo, este musculoso maestro de 27 años, 1,80 metros de
estatura y casi 100 kilos de peso se ha convertido en noticia después de
denunciar a la ciudad de Nueva York por las lesiones producidas por “la paliza”
que le dio uno de sus alumnos, de sólo seis años.
Según la
denuncia presentada por el abogado del instructor de educación física de la
escuela pública 330 de Queens, el pasado mes de abril el estudiante de primer
curso Rodrigo Carpio estaba “saltando y armando alboroto” en la escalera del
centro. Webster le pidió que se calmara y, ante le negativa del chaval, le
cogió por el brazo para llevarle a la cafetería.
En ese
momento, el niño se revolvió y, presuntamente, agredió al profesor. Con sólo
seis años, Carpio, que apenas levanta 1,30 metros del suelo y pesa poco más de
30 kilos, propinó varias patadas al docente que, según el parte médico, le
produjeron una torcedura severa de tobillo y varias contusiones en las piernas
que le obligaron a estar varios meses de baja.
“Es muy
fuerte. Primero usó el tacón de sus zapatos para golpearme en la espinilla.
Después se giró y me dio una patada en la rodilla derecha”, ha relatado Webster
a la cadena de televisión local KSDK, en la que ha reconocido que contar
públicamente que un niño de seis años le ha dado una ‘paliza’ es “embarazoso y
humillante, pero es la verdad”.
El profesor
ha decidido denunciar a la ciudad por el caso después de que el distrito
escolar se negase a hacer frente al recibo de 10.000 dólares proveniente de los
cuidados médicos necesitados por Webster para recuperarse de la agresión, entre
ellos varias visitas al psicólogo.
Una denuncia absurda: De
momento, ninguna autoridad local se ha pronunciado al respecto de la denuncia
del maestro de primaria. Los padres del alumno implicado califican el asunto de
“absurdo”, aunque reconocen que el menor es hiperactivo, lo que le convierte en
conflictivo.
“Es un ángel,
no un demonio”, ha asegurado la madre del menor Josefa Marcia da Silva, en las
páginas del diario ‘The New York Post’, donde ha reconocido que su hijo ha
tenido problemas de comportamiento. “Está recibiendo ayuda y tomando
medicación, así que está mucho mejor”, ha reconocido da Silva.
Argumento que
no convence a Andrew Siben, abogado que representa al maestro agredido, quien
apunta que el niño tenía “un largo historial de agresiones y que los
responsables del colegio no hicieron nada para proteger al profesorado”.
Por eso,
reclama que el centro cobra los 10.000 dólares que ha costado la recuperación
física y psicológica de Webster y que le devuelvan su puesto de trabajo. Algo
que, a pesar de tener el alta médica, aún no se ha producido. 365
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