Una de las
principales tareas que la Armada estadounidense asignará a los cañones láser
que incorporará próximamente a su arsenal será el derribo de aviones no
tripulados que amenacen sus buques.
La Oficina de
Investigación Naval estadounidense confía en que los cañones láser saldrán de
las películas de ciencia ficción para instalarse en las cubiertas de sus barcos
al final de la década. Puesto que ahora las armas láser se están acercando a la
realidad, el Pentágono está considerando los aspectos prácticos de su futuro uso.
Los primeros
objetivos todavía no incluyen misiles. Su primera misión será relativamente
fácil: rastrear y destruir vehículos aéreos no tripulados, o UAV, que vuelen
demasiado cerca de los buques militares. Según David Stoudt, el responsable del
Pentágono de política de capacidad y formación naval, “si un UAV se acerca a su
barco, quizá sería mejor usar el láser y guardar los misiles para objetivos más
complicados”.
Stoudt
preside esta dirección relativamente nueva dentro de la Armada e Infantería de
la Marina, fundada precisamente para diseñar la doctrina de uso de la
tecnología de "energía dirigida", es decir láser y otras armas que
generan rayos. La dirección está formada de modo que tenga aparente peso
burocrático: la integran entre 20 y 25 almirantes y generales y otros 150-175
capitanes y oficiales de menor rango.
Según Stoudt,
entre los temas que estudia el grupo están: “¿Qué se pretende en cuando a la
mortalidad?", "¿Contra qué objetivos se usarán las armas láser?”,
“¿Qué tipo de densidad de potencia se requerirá para destruir un blanco”,
“¿Cuál es la situación táctica en la que podrán actuar?", etc.
El
funcionario recordó en una reciente entrevista que las pruebas de uso de láser
de combate contra drones realizadas por la Marina de guerra en su polígono
terrestre en Dahlgren ya han aportado resultados positivos. "Hemos
interceptado varios UAV con éxito," dijo. En 2009, un láser de la Fuerza
Aérea derribó cinco aviones robóticos con un rayo de intensidad de tan solo 2,5
kilovatios durante un ensayo en California. Al año siguiente el mando naval
estadounidense se jactó de que el láser Phalanx había destruido un 'drone' en
vuelo sobre el mar.
Y aunque no
es una prueba contra aviones no tripulados, cabría recordar que el año pasado
un láser de 15 kilovatios instalado en un destructor comisionado de servicio
pudo incendiar el motor de un bote a una distancia de un kilómetro en aguas
agitadas. R.T.
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