La Alta Comisionada de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha alertado de la existencia de casos
de decapitaciones de niños, violaciones y actos de canibalismo en el marco del
conflicto desatado en República Centroafricana (RCA), antes de subrayar que
"el odio intercomunitario sigue a un nivel aterrador" en el país.
"RCA se ha convertido en un país
en el que la gente no es sólo asesinada, es torturada, mutilada, quemada y
desmembrada, en ocasiones por turbas espontáneas, así como por grupos
organizados de combatientes armados", ha manifestado.
Así, ha detallado que "hay niños
que han sido decapitados, y hay pruebas de al menos cuatro casos en los que los
asesinos se han comido la carne de sus víctimas".
La ONU ha cifrado en miles el número
de muertos y en 2,2 millones, alrededor de la mitad de la población, el número
de personas que necesitan ayuda humanitaria desde el inicio en diciembre de
2012 del conflicto tras el levantamiento armado de la guerrilla Séléka, formada
principalmente por musulmanes.
Además, más de 650.000 personas son
desplazados internos, mientras que más de 290.000 han huido a los países
vecinos buscando refugiarse lejos del conflicto, que ha tomado un cariz
crecientemente sectario con la toma de las armas por parte de milicias
cristianas, conocidas como 'anti balaka'.
Como consecuencia de ello, alrededor
de 15.000 musulmanes se encuentran atrapados en la capital, Bangui, y otros
puntos del norte, el noroeste y el sur del país, protegidos por las fuerzas
internacionales, pero en una situación aún así peligrosa.
"Los 'anti balaka', que surgieron
como una reacción a las actitudes depredadoras de Séléka, se están
metamorfoseando en bandas criminales que, además de seguir persiguiendo a los
musulmanes, están comenzando a atacar a otros cristianos y no musulmanes",
ha advertido Pillay.
Pillay, que ha permanecido dos días en
Bangui durante una visita oficial, ha puntualizado que las autoridades le han
comunicado que "no existe un Estado". "No hay un Ejército
nacional coherente, no hay Policía, no hay sistema de Justicia. Apenas queda
nadie para detener a los criminales y no hay forma de acusarles, juzgarles y
condenarles. No es que la cadena penal carezca de algunos enlaces, es que no
funciona", ha explicado.
AYUDA A LA
COMUNIDAD INTERNACIONAL:
En este sentido, ha relatado como ejemplo simbólico que no hubiera electricidad
durante su reunión con la ministra de Justicia. "Pese a que la luz volvió,
la ministra me dijo que no tiene ordenadores para almacenar los datos sobre arrestos,
que los fiscales están amenazados y que al menos un magistrado ha sido
asesinado", ha detallado.
"¿Cuántos niños más tienen que
ser decapitados, cuántas mujeres y niñas tienen que ser violadas, cuántos actos
de canibalismo tiene que haber, antes de que nos sentemos a prestar
atención?", se ha preguntado Pillay.
Por ello, ha pedido a la comunidad
internacional que incremente la entrega de financiación, y especialmente con el
objetivo de establecer una Comisión Nacional de Derechos Humanos, algo a lo que
se ha comprometido el Gobierno de transición.
"No puedo dejar de pensar que si
RCA no fuera un país pobre escondido en el corazón de África, los terribles
eventos que han ocurrido y continúan teniendo lugar hubieran estimulado una
reacción mucho más dinámica por parte del resto del mundo", ha remachado
Pillay. Cuatro.
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