La llaman “Miau-Miau” y ya causó muertes, pero igualmente su utilización se expandió por toda Europa y también llegó a los Estados Unidos, donde se debate su prohibición. Ahora, las autoridades argentinas están en alerta ante el ingreso de la poderosa sustancia al mercado local, distribuida principalmente en boliches de concurrencia adolescente y fiestas electrónicas. Su nombre técnico es mefedrona, se vende libremente en internet con el falso destino de fertilizante para plantas y posee propiedades psicoactivas similares al éxtasis.
Su consumo puede provocar trastornos en el organismo que van desde una hemorragia nasal severa hasta el infarto cerebral, de acuerdo a los estudios realizados sobre sus consecuencias en el organismo.
El dilema que plantean los especialistas es que en muchos países la sustancia aún es legal. Tras la muerte de dos adolescentes a causa de su consumo, autoridades británicas buscan prohibirla. Y en los Estados Unidos la DEA -el organismo dedicado a la lucha contra el narcotráfico- estudia sugerir una medida similar, al tiempo que informa sobre confiscaciones de mefadrona en distintos estados, como Oregón.
Esta sustancia es también conocida como 4-MMC y es definida como un estimulante sintético que puede causar severos daños en la salud del consumidor. Los usuarios la adquieren en forma de cápsulas, tabletas o polvo blanco que pueden tragar, inhalar o inyectar.
Se han detectado casos en que ha sido tomada mezclada con ketamina, un anestésico de caballos que se ha cobrado ya decenas de víctimas y que es utilizado en boliches de Capital Federal y el cono urbano Bonaerense desde hace varios años.
En rigor, los efectos de la “Mefe”, que en ciertos países puede comprarse en cualquier farmacia, están más cerca de las anfetaminas o la cocaína. Puede presentarse en polvo, con un aspecto blanco o amarillento, o en píldoras.
Efectos y riesgos
Izaguirre remarca que la sustancia se ofrece por internet e “incluso se vende con un dosificador para evitar casos de sobredosis”. El especialista también comentó: “es que los consumidores la toman cada una hora para que no se atenúe su efecto y el riesgo es alto de caer en episodios de abuso. La mayoría compra pastillas, las aplasta y luego las aspira”.
Según el presidente de la asociación antidrogas, el principal efecto del 4-MMC en el organismo “es un cuadro de hipertensión: provoca una enorme tensión en la sangre y existe el riesgo de que el consumidor pueda sufrir un infarto cerebral”.
Para tener una idea cercana de la peligrosidad de la sustancia, la Asociación Nacional de Directores de Escuela británicos ha pedido al gobierno que la prohíba, al asegurar que es tan peligrosa como la heroína y la cocaína y que su uso está peligrosamente extendido entre los adolescentes. “Instamos a todos los que puedan haber tomado esta droga o conozcan a alguien que la haya tomado a que acudan al hospital más cercano urgentemente”, advirtió el inspector jefe Mark Oliver.
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