Cuánto cuesta y cuáles son las comodidades.
Bocinas, humo de colectivo y gente corriendo. Un sándwich de jamón y queso comido a las apuradas y el celular que no para de sonar. El microcentro se convierte en un delirio luego del almuerzo y esa hora que queda en el medio no tiene demasiado de productiva. Al menos, hasta ahora: ya se inauguró el primer "siestario" de Argentina. Sí, en el medio de la bulliciosa Ciudad de Buenos Aires, usted puede dormir una siesta reparadora para encarar la tarde con otra postura.
Se trata de un proyecto privado que suma a la Argentina a una tendencia que ya existe, por ejemplo, en Japón, Estados Unidos, Inglaterra, y Australia. Así, mientras que hasta hace poco la siestita era una actividad impensada para quienes trabajan en la ciudad, hoy parece algo posible.
"No hay que llegar al sueño profundo. Por eso, antes de la siesta, la persona cuenta con la ayuda de un "coach" que le sugiere ejercicios de visualización o de relajación", explicó Viviana Vega, una de las directoras de Selfishness, el nuevo centro. Más tarde, precisó: "Muchos piensan que al tomarse una siesta breve pierden tiempo. Pero lo cierto es que al volver a trabajar la persona está reenergizada y rinde más". Ah, un detalle: no se puede permanecer durmiendo más de 15 minutos.
Según estudios recientes, hacer la siesta permite mejorar el humor y aumenta el rendimiento laboral. Además, una investigación realizada en la Universidad de Harvard demostró que dormir por la tarde mejora el desempeño en tareas basadas en la memoria y, un estudio similar, reveló que hay un 30 por ciento menos de probabilidades de morir por trastornos cardíacos si se duermen siestas cortas.
Vale aclarar, no obstante, que cada sesión en el nuevo centro, ambientado con luces y aromas que facilitan la relajación, no cuesta menos de 100 pesos.
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