Uno de los turistas se percató la presencia de un extraño rostro en el interior del recinto de más de un siglo de antiguedad.En medio de la campiña, a orillas del río Cañete y de cara al mar de San Vicente se levanta el Castillo Unanue, cuya edificación comenzó en 1843 y terminó en 1900. Se dice que fue José Unanue de la Cuba, hijo del prócer peruano Hipólito Unanue, quien en uno de sus viajes a Alemania, compró uno de los castillos a la orilla del Rin, tras lo cual intentó trasladar gran parte del castillo, trayendo puertas, muebles, vidrios, mármoles, rejas y ventanas, etc.
Actualmente, esta edificación se ha constituido como uno de los atractivos turísticos de Cañete, atrayendo a muchos turistas. Casualmente uno de ellos notó una extraña figura en una de las fotografías que capto en dicho recinto.
Las imágenes, causaron polémica, ya que un rostro extraño se deja ver en una de las puertas.
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