El sobrevuelo de aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a primeras horas de este miércoles generó alarma en Trípoli, pues fue seguido de tres explosiones y columnas de humo en un área del este de la ciudad, según relataron medios oficiales.
Los bombardeos ocurrieron alrededor de las 12:40 hora local (22:40 GMT) y todo indica que fueron muy próximos al complejo residencial de Bab Al-Aziziyah, también en esa zona de la capital, pero se desconoce si produjeron víctimas y la magnitud de los daños materiales.
El líder Muamar El Gaddafi cuenta con el apoyo de la mayoría de la población en la Tripolitana, al oeste del país. Allí están las mejores unidades del ejército que le siguen siendo leales. Entre ellas las brigadas Hamza, la Panafricana o Hosban. Pero los carros de combate más modernos y los medios más sofisticados pertenecen a la 32 brigada, más conocida como “Brigada Khamis” al mando de Khamis, su quinto hijo, que recibió instrucción militar en Rusia, informa RTVE.es.
La reciente incursión de la aviación atlántica estuvo antecedida por un "ataque con municiones potentes" la noche del pasado sábado en la misma área gubernamental, causando la muerte a un hijo y tres nietos del líder libio, relatan los medios oficiales. Ese incidente generó movilizaciones de ciudadanos que tomaron, destruyeron y quemaron la embajada británica, italiana y sedes de la ONU en Trípoli para protestar contra lo que asumieron como un intento de asesinar al líder y a su familia.
Mientras la OTAN rechazó una propuesta de diálogo hecha la semana pasada por el propio Gaddafi, el Ejecutivo libio extendió a otros tres días el plazo para conceder amnistía a los insurgentes que depongan las armas en el país, sobre todo en la occidental Misratah. El vicecanciller libio, Khaled Kaim, reiteró el martes la oferta, pese a que desde el inicio fue rechazada por el opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), como representante de los rebeldes, y por los propios alzados, a título individual. Según Kaim, el perdón garantizado por el jefe de Estado hizo posible que en Misratah unos 400 insurrectos entregaran las armas en los últimos tres días, lo cual consideró una "señal positiva".
El vicecanciller libio también fustigó la decisión de bancos suizos de congelar más de 410 millones de dólares considerados propiedad de El Gaddafi, y aseguró que pertenecen a empresas nacionales. Por su lado, las autoridades del CNT confían en poder recibir de potencias occidentales un préstamo de dos mil a tres mil millones de dólares, tomando como garantía bienes del Estado libio congelados en el exterior y compromisos de comercialización de petróleo.
Asimismo, fuentes oficiales reprobaron informes de expertos de la ONU que aseguraron hallar indicios de flagrantes crímenes de guerra presuntamente cometidos por el Gobierno y el Ejército de El Gaddafi en el enfrentamiento a la rebelión armada desde el 15 de febrero último. El Grupo de Contacto sobre Libia, integrado por los 22 países de la coalición, se reunirá mañana en Roma con la intención de diseñar un hoja de ruta gestionada por las Naciones Unidas, con vistas a un alto el fuego que lleve a iniciar un diálogo con miembros del régimen de Muamar el Gaddafi. El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, ratifica que el objetivo de intervenir militarmente en Libia no es matar a Gaddafi, sino debilitar su aparato represivo.
Por otro lado, el vicepresidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT) libio, Abdelhafid Ghoga, afirma que el anuncio del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, de que pedirá la detención de tres libios puede ayudar a que la OTAN incremente sus ataques para proteger a los civiles.
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