El cuerpo sin vida de un hombre, obsesionado por la reina de Inglaterra fue descubierto a unos 200 metros del Palacio de Buckingham, en Londres. Robert Moore, de 69 años, solía acampar solitariamente en una pequeña isla ubicada en el gran lago del Parque de St. James, desde la cual tenía una excelente vista de la residencia real. Su cadáver fue hallado el pasado 15 de marzo, por un jardinero de los Parques Reales que se encontraba haciendo una revisación de rutina del estado de los árboles de la isla. Al apartar unas hojas, encontró el cadáver y algunos huesos del hombre junto a tres botellas de vodka y un colchón en estado de putrefacción.
El macabro descubrimiento, se hizo público la semana pasada en el instituto forense del distrito de Westminster, y fue difundido por la prensa inglesa. Durante tres años, y pese a que St. James’s Park es el sitio más concurrido por turistas o paseantes en Londres, nadie vio el cadáver. Un portavoz de los encargados de Parques Reales dijo a la prensa: “Esta isla es revisada tres veces al año. El trabajo de podar árboles y de inspeccionarla se lleva a cabo cada dos años, pero ahora estamos planeando llevar a cabo inspecciones más frecuentemente”.
El ciudadano estadounidense Robert James Moore, que padecía una demencia y una obsesión por Isabel II, a quien envió a la reina -durante 15 años- todo tipo de paquetes y cartas (algunas de hasta 600 páginas), fotos obscenas y pornográficas. Con antecedentes policiales en Estados Unidos por conducir en estado de ebriedad, Moore se mudó en 2007 a Gran Bretaña, fijando su residencia en el lago del parque, en esa isla a la que sólo se puede llegar nadando o en un bote. Nunca ninguno de los familiares de Moore -que supuestamente residen en los Estados Unidos- hizo la denuncia por su desaparición.
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