Se habían
activado todas las alarmas, el avión fue obligado a aterrizar en Amsterdan,
Holanda, se presumía estaba secuestrado con rehenes. Luego la empresa desmintió
la situación. Sin embargo, se habían realizado medidas de seguridad en el
aeropuerto, por el hallazgo de una antigua bomba.
El avión
venía de Málaga, y se presumía estaba secuestrado con rehenes.
Dos aviones
caza F-16 salieron al encuentro del vuelo comercial, obligándolo a aterrizar en
el aeropuerto Schiphol en Amsterdam. De inmediato, se procedió a rodear la nave
por fuerzas de seguridad en forma preventiva.
Sin embargo,
fuentes de la empresa Vueling España, negaron que se haya producido un
secuestro de la nave, aunque sólo se limitaron a destacar que hubo una
"confusión en una conversación entre el piloto del avión, y la torre de
control de Amsterdam", publicó el diario La Vanguardia de España.
Si bien se
negó la existencia de un secuestro, sí hubo incidentes en el interior de la
nave, según indicaron.
Previamente,
el ministerio de Defensa de ese país, había enviado cazabombarderos F-16 para
interceptar el avión de la aerolínea Vueling.
Foto subida a
Twitter por un testigo (@DenisdeKanter), se ve el momento en el que uno de los
aviones caza persigue al vuelo sospechoso.
La nave VY
8366, debía aterrizar en la capital holandesa, y entró en el espacio aéreo
español sin establecer antes contacto telefónico con la torre de control.
En casos
similares, siempre se activan las medidas de seguridad con aviones caza F-16,
para escoltar el avión sospechoso.
Según la
compañía Vueling, "el piloto hizo una maniobra poco usual al entrar en el
espacio aéreo holandés, pero no pasa nada, todo está en orden, aunque Holanda
activa sus sistemas de seguridad en casos así".
Casualmente,
horas antes de esta situación el aeropuerto de Amsterdan, había sido cerrado y
evacuado algunas secciones, tras descubrir una bomba que se presume es de la
Segunda Guerra Mundial, según publicó RCN Radio.
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