El Centro Atómico de Ezeiza es uno de los emplazamientos de energía nuclear más polémicos del momento. Es que desde hace más de un año se esperan los resultados de las muestras de agua que fueron tomadas en diferentes barrios de Esteban Echeverría y Ezeiza, que podrían revelar una gran concentración de uranio en las napas.
El asunto guarda una “inexplicable dilación” en la Justicia, ya que no se “deciden a pagar los 90 mil euros que cuesta el resultado” de dicho estudio. Así lo determinó el diputado de la Coalición Cívica, Walter Martello, quien dudó de la voluntad fiscal por conocer la realidad del medio ambiente que se desarrolla en pleno Conurbano.
“Es inadmisible que la Justicia tenga frenada la causa en la que se investigan los estragos que estarían generando los desechos radiactivos del Centro Atómico”, resaltó el funcionario y agregó: “Lamentablemente, esto es sólo una parte del genocidio ambiental que está teniendo lugar en la cuenca Matanza-Riachuelo, donde las autoridades nacionales, provinciales y municipales están dilatando la adopción de las medidas concretas que exigió oportunamente la Corte Suprema de Justicia”.
Estas denuncias forman parte de la causa penal Nº5452 que se tramita en el juzgado federal Criminal y Correccional Nº1 de Lomas de Zamora. A su vez, los resultados que arrojaron los estudios fueron contundentes: diez de las muestras extraídas excedieron el valor nominal. Del total seis corresponden al predio del Centro Atómico y al barrio La Celia.
Otras tres se encuentran al este del Centro Atómico (aproximadamente cuatro mil metros) en el partido de Esteban Echeverría, desde donde se abastece a una escuela penitenciaria federal. Y otra de las muestras contaminadas pertenece a una perforación explotada por la empresa Aguas Argentinas, ubicada en la zona de la estación Tristán Suárez (Ezeiza).
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