La cara de la joven china Wu Xiaoyan (22) es un tumor gigante. Y detrás de la hinchazón se oculta una persona que lucha por su vida, marcada por el dolor y la humillación.
La chica sufre de una rara enfermedad llamada displasia fibrosa. Se trata de una afección crónica de los huesos. Por un defecto genético sus huesos faciales y tejidos crecen fuera de control.
Cuando tenía nueve años, le diagnostican un tumor en el nervio óptico, pero no la trataron dado que la familia de la niña no tenía recursos porque son campesinos pobres.
Xiaoyan es ciega y el tumor crece en su cerebro, deformándole la cara cada vez más. Ella perdió el sentido del olfato y no puede respirar por la nariz.
"El tumor se ha diseminado a las dos terceras partes de su rostro y un tercio de su cerebro. Sólo una combinación de quimioterapia, radioterapia y la cirugía puede ayudar", informó el doctor Liaoguiqing de un hospital en el sur de China.
Pero este tratamiento costaría alrededor de 20.000 euros, demasiado dinero para la familia de la joven, sin embargo los médicos accederían a tratarla.
En todo el mundo hay aproximadamente 150.000 casos de displasia fibrosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario