El control del directorio derivó en una crisis, luego de que el oficialismo eligió un presidente sin la presencia opositora en la votación. El acto fue calificado como "golpe de estado institucional"
La tormentosa sesión del Congreso comenzó en la mañana del domingo y desde la víspera podían preverse ciertos conflictos para alcanzar los acuerdos necesarios para que el directorio que conformado.
A la paulatina pero persistente pérdida de apoyos al gobierno de Laura Chinchilla se sumó en los últimos días un declarado objetivo opositor por quitarle el control de la Asamblea Legislativa.
Pero en momentos en que 30 diputados de fuerzas opositoras salieron del recinto en protesta por lo que definieron como un intento oficial de violentar el reglamento, el Partido Liberación Nacional (PLN) aprovechó para reelegir al presidente del cuerpo, Luis Gerardo Villanueva.
Villanueva obtuvo 26 de los 57 votos que componen el Congreso, menos de los 29 necesarios. Pero quienes dirigían la sesión (miembros del partido de gobierno) decidieron sumarle a Villanueva los votos en blanco.
"El orden constitucional se está violentando, se está alterando el estado de derecho. Es claramente un proceso espurio, nulo, que no vamos a aceptar bajo ninguna circunstancia", declaró el diputado Juan Carlos Mendoza del Partido Acción Ciudadana (PAC), el mayor de oposición.
Mendoza era el candidato a ocupar la presidencia por parte de una alianza de cinco partidos opositores, que en conjunto reunían el número de votos necesarios para elegir el nuevo directorio del Congreso.
El PLN hizo persistentes pero infructuosos intentos en los últimos días por romper la alianza de oposición, que había amenazado con expulsar de sus respectivos partidos a los diputados que se apartaran de la línea establecida.
"Es muy grave lo que está pasando en Costa Rica. Desde 1948 (cuando hubo una guerra civil) no había pasado una cosa así en la Asamblea Legislativa, se está rompiendo el orden constitucional", expresó el diputado José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio. Villanueva acusó a los diputados opositores de violentar el principio del voto secreto, al obligar a los legisladores del bloque a mostrar sus papeletas a alguno de sus compañeros.
Los diputados opositores decidieron no restablecer el quórum, que se conforma con la presencia de al menos 38 diputados, por lo que no pudo continuar la elección de los demás miembros del directorio. Además, amenazaron con frustrar la comparecencia de la presidente Chinchilla, que debía presentar el informe de su primer año de gobierno.
La presión opositora obligó, luego de una reunión, a Villanueva a declinar de continuar en el cargo, y dar paso a una nueva ronda de nocioaciones.
Mientras tanto, miles de manifestantes que participaban en la tradicional marcha del día del trabajador se concentraron frente al edificio del Congreso para protestar contra la controversial elección y exigiendo que "se restablezca el orden constitucional".
"Fuera Villanueva", "No a la dictadura", "Viva la democracia", eran algunas de las consignas que coreaban los manifestantes. Infobae
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