Una joven de 21 años, de nacionalidad paraguaya, quedó imputada en una causa por falsa denuncia, después de que gastara en el Bingo parte de un dinero que acababa de cobrar, perteneciente a su jefa, y para justificarlo inventó una historia de un secuestro que nunca existió.
Según indicaron fuentes policiales, la joven pergeñó una historia según la cual tres delincuentes, fuertemente armados, se la habían llevado secuestrada a bordo de un auto, luego de interceptarla en la calle, cuando salía de un banco ubicado en pleno centro de la ciudad de La Plata.
De acuerdo con el relato de la joven, la habían mantenido cautiva durante tres horas, dando vueltas en el auto, hasta que finalmente, tras robarle unos 2.000 pesos, la liberaron cerca de la Terminal de ómnibus.
Pero finalmente, los investigadores descubrieron contradicciones en sus testimonios y la joven terminó admitiendo que había inventado la historia del falso secuestro para encubrir la verdad: que había gastado el dinero en el Bingo platense.
Según lo señalado por un diario local, a las 17:00 de ayer la denuncia de la joven puso en alerta a la Policía.
De acuerdo con sus dichos, la habían raptado al salir del banco Comafi, de las calles 13 y 54, alrededor de las 13:30.
Dijo que la habían hecho dar vueltas por toda la ciudad y la liberaron tras quitarle unos 2.000 pesos que, según insistía, había retirado de la sucursal bancaria.
Pero desde el principio la versión le pareció poco convincente a los investigadores, quienes comenzaron a notar contradicciones.
Para entonces, los efectivos de distintas jurisdicciones estaban buscando al Volkswagen Gol que la mujer describía.
Sin embargo, ante las sospechas los investigadores, al mando del comisario Marcelo Tidoni, ordenaron que personal femenino, a la vista de testigos, revisara a la presunta víctima.
Al verse acorralada, la mujer reconoció que la historia del secuestro la había inventado tras haber gastado en el Bingo parte de un dinero que había cobrado y que pertenecía a su jefa.
Cuando la revisaron, los policías encontraron que la mujer tenía el resto del dinero escondido en su zapatilla y en sus prendas íntimas, según trascendió.
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