Todos los viernes por la noche durante 23 años, Zelí Rossi ha cambiado su cama en el suroriental estado brasileño de Minas Gerais, por un ataúd.
Rossi dice que su hábito de dormir un día por semana, se hizo público el mes pasado cuando su nieto de s 14 años de edad, escribió una historia sobre él, para el periódico de su escuela.
Según afirmó, duerme en el ataúd para honrar a un amigo fallecido, informo el Huffington Post.
Hace mucho tiempo, los dos prometieron que quien muriese primero tendría su ataúd comprado por el otro. El amigo de Rossi, le compró un ataúd cuando pensó erróneamente que Rossi había muerto en un accidente de auto en 1983.
Cuando el amigo murió en 1988, Rossi empezó a dormir en el ataúd para honrar su memoria. Y también cumplió su promesa de comprar a su amigo muerto, un “nuevo” ataúd.
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