Los delegados
del metro, que habían paralizado el servicio durante el fin de semana,
decidieron ayer extender 24 horas la huelga. 900 mil usuarios siguen sin subte.
Otra vez, los
900.000 usuarios que usan a diario las seis líneas y el Premetro porteño, se
quedarán sin ese transporte por un paro gremial. Disgustados por la falta de
respuesta a la huelga que llevaron adelante todo el fin de semana, los
trabajadores nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y
Premetro (AGTSyP), decidieron anoche extender 24 horas más la medida de fuerza,
que empezaron el viernes y así, presionar más duro para conseguir una suba
salarial del 28% y "mejores condiciones de trabajo".
Pese a que
habían aclarado que su intención era "llamar la atención" durante el
fin de semana para no afectar a los pasajeros, los delegados del metro, pararán
el subterráneo en un día que se mueve mucha gente, y recién esta noche harán
otra asamblea para decidir los pasos a seguir. La puja se da en medio del
conflicto político que enfrenta a la Nación con la Ciudad y que tiene como eje
el traspaso de los subterráneos, informó Clarín.
Anoche, los
representantes de la AGTSyP, dieron una conferencia de prensa para anunciar la
medida y para quejarse por la "falta de respuestas" de la empresa
Metrovías (concesionaria del servicio), y de la Ciudad ante el paro que
iniciaron el viernes a última hora.
Roberto
Pianelli, secretario general del gremio, habló de una "medida de
autodefensa" ante la ausencia de una decisión política que resuelva el
conflicto, y le apuntó al Gobierno porteño por no estar dispuesto a encarar la
negociación salarial. "Nos da vergüenza tener que llegar a esta instancia,
pero no sabemos de qué manera hacer entender que si no resolvemos esto no va a
haber subtes, no nos dejan otra alternativa", advirtió. Su par, Néstor
Segovia, agregó que no van "a retroceder ni un centímetro" en su
reclamo. "Esto se destraba en una mesa de negociación con la empresa y los
funcionarios que correspondan", señaló.
La paritaria
para los trabajadores del subte, debía reabrirse el jueves. Pero el Ministerio
de Trabajo, que la había convocado en mayo, dijo que debía ser convocada por la
Ciudad.
Por eso, en
el medio de la disputa por el traspaso del subte, los delegados del metro,
apuntaron contra Subterráneos de Buenos Aires (SBASE, la empresa del Gobierno
porteño que se encarga de las obras en el subte). "Si Juan Pablo Piccardo
es el presidente de SBASE, tendría que preocuparse por esto. Pero por lo visto
no le importan los usuarios", comentó Segovia.
Y agregó:
"Les pedimos disculpas a los pasajeros, pero los culpables son otros, no
los trabajadores. Si nos llaman vamos a levantar la medida, confiamos que van a
recapacitar". En la misma mesa, los sindicalistas también buscaron
diferenciarse de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), con quienes están
enfrentados. "La UTA es parte del pasado", dijeron. El gremio había
llamado a un paro desde hoy hasta el miércoles pero el viernes lo levantó y
dejó más expuestos en sus reclamos a los delegados del metro.
Desde
Metrovías (del grupo Roggio, al que el Gobierno nacional le dio el manejo del
tren Sarmiento), salieron a aclarar que la empresa opera con una deuda
acumulada de $ 200 millones, y que no sabe si puede hacerse cargo del pago de
los sueldos.
Con la
tensión en aumento entre Nación y Ciudad, ayer el ministro del Interior y
Transporte, Florencio Randazzo, fijó la postura de la Rosada: "Mauricio
Macri es el que tiene que cumplir con la ley y hacerse cargo del subte".
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