La protesta
en favor de la liberación de las músicas punk rusas Pussy Riot, que grabaron un
video en contra de su presidente Vladimir Putin y la Iglesia ortodoxa en una
catedral, llegó a los estratos más altos del arte mundial.
La Pussy
Riot, que podrían tener una pena de hasta 7 años por su travesura artísticas, no
solo son defendidas por la activistas ucranianas de FEMEN, sino que les están
haciendo el aguante Antonhy Kiedis, vocalista de Red Hot Chili Peppers, y Flea,
su bajista, que viajaron a Moscú para aplaudir a las jóvenes y defender su
libertad.
Pero las
rusitas también cuentan con el apoyo del pintor Piotr Pavlensky, que decidió
coserse los labios frente a la catedral de Kazan, en San Petersburgo, durante
una protesta que dio la vuelta al mundo.
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