En un
supermercado de Italia, una mujer estadounidense se sorprendió al descubrir que
allí se vendía una serie de vinos marca "Hitler".
El
supermercado se encuentra en Garda, al norte de Italia, y tiene una estantería
llena de botellas con la cara de Adolf Hitler en la etiqueta y varios eslóganes
nazis como "Un pueblo, un imperio, un führer". Cindy Hirsch se
sorprendió y molestó al ver estos insólitos productos. Su padre fue sobreviviente
de Auschwitz, y la mujer presentó sus quejas a quien estaba a cargo del
supermercado, que le dio una respuesta poco convincente: "Es nada más que
historia, como Mussolini, como el Che Guevara".
Cindy Hirsch
dijo que ella y su marido son judíos, pero que esto constituye una ofensa para
toda la humanidad.
El hecho tuvo
repercusión e hizo que el ministro italiano de Integración saliera a aclarar
que la constitución de su país rechaza el racismo, el antisemitismo y el
fascismo nazi.
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