El gobierno
del presidente Barack Obama, reforzó su campaña en busca del apoyo de China
para aislar a Rusia, a causa de la intervención militar de Moscú en Ucrania.
Ante la
cuidadosa neutralidad en las declaraciones oficiales de China desde el inicio
de la crisis, Obama conversó el domingo en la noche con el presidente de ese
país, Xi Jinping, en un intento por conseguir que Beijing defina una posición
contra Moscú.
La
conversación telefónica entre ambos, fue la primera de que se tiene
conocimiento desde que las fuerzas rusas tomaron el control de la región de
Crimea, que pertenece a Ucrania pero que tiene una elevada población de
ascendencia rusa.
El diálogo,
tuvo lugar en medio de indicios de un endurecimiento de la posición del
presidente ruso Vladimir Putin sobre Crimea, que el domingo será escenario de
un referendo sobre una anexión a Rusia. Estados Unidos y sus aliados han dicho
que no reconocerán el resultado de esa consulta.
Al exponer su
postura, Obama apeló al consabido rechazo vehemente de China hacia la
intromisión extranjera en los asuntos internos de otras naciones, dijo la Casa
Blanca en un comunicado.
Sin embargo,
se desconoce si China apoyará a Estados Unidos y Europa o a Rusia, que ha
acusado a Occidente de haber provocado la crisis en Ucrania mediante una
"intromisión" indebida en los asuntos internos de esa ex república
soviética.
China es
aliado frecuente de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ambos
tienen poder de veto.
En su
conversación con Xi, Obama "subrayó que su objetivo primordial es
restaurar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y garantizar al
pueblo ucraniano la determinación de su propio futuro sin intromisiones
foráneas", dijo la Casa Blanca.
Los dos
gobernantes "coincidieron en la importancia de mantener los principios de
soberanía e integridad territorial, ambos en el contexto de Ucrania y el
funcionamiento más amplio del sistema internacional". Afirmaron además su
interés en encontrar una solución pacífica a la disputa.
El lunes,
Obama habló por teléfono con el presidente del gobierno español Mariano Rajoy,
y ambos elogiaron la moderación exhibida por el nuevo gobierno en Ucrania,
informó la Casa Blanca.
En otra
conversación telefónica, el mandatario estadounidense alentó al presidente
kazajo Nursultan Nazarbayev a que asuma un papel activo en la búsqueda de una
solución pacífica. Kazajistán fue una de las repúblicas más grandes en la hoy
extinta Unión Soviética, a la que también perteneció Rusia.
En su
búsqueda del apoyo de China, Estados Unidos pretende aprovechar la política de
no intromisión que Beijing ha utilizado como argumento para restringir sus
proceder en las disputas en diversas partes del mundo, incluida Corea del
Norte.
Los
funcionarios estadounidenses dijeron que China podría considerar la situación
en Crimea con el enfoque hacia sus propias minorías étnicas que habitan las
regiones fronterizas.
Los
funcionarios se dijeron alentados de las declaraciones que hizo la semana
pasada el embajador de China ante las Naciones Unidas, quien hizo hincapié en
la no intromisión al tiempo que evitó tomar directamente partido en la crisis
ucraniana.
Los líderes
europeos se unieron a Obama para condenar la incursión rusa en Crimea, donde el
60% de la población es de etnia rusa.
Rusia envió
fuerzas a Crimea después que el presidente ucraniano pro ruso Víktor Yanukovich
huyó de Kiev. Yanukovich encaró tres meses de protestas políticas tras desistir
de los planes de aumentar las relaciones con Europa, a lo que se oponía Moscú.
Mdzol
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