La inglesa Ena Mallett comenzó a practicar artes marciales en 1979, cuando decidió llevar clases de karate. Fue ahí que descubrió la que sería la pasión de su vida pese a las miradas de personas extrañadas por ver a una mujer en una actividad que implica rudeza y fuerza.
Hoy cuenta ahora con 77 años, pero ello no es impedimento para seguir derribando. La anciana, que trabaja ayudando a los escolares a cruzar la calle, ha obtenido hace poco el cinturón negro de jiu jitsu.
“Puedo estar volviéndome vieja, sí, pero aún logro dar golpes y encarar a un fortachón que se aparezca en mi camino”, aseguró Ena a diarios ingleses.
¿Alguna vez uso sus dotes de luchadora? Ena responde que sí, que años atrás, cuando trabajaba en una tienda de Norfiolk, donde vive, un muchacho de 14 años pretendió robarse un paquete de caramelos mentolados. “Le di el “shock” de su vida y rápidamente soltó las mentas, le dejé irse y se fue corriendo”, sostiene.
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