El reporte de que sujetos armados, estaban tirando restos humanos en el estacionamiento de una plaza comercial, frente al penal del Topo Chico, provocó intensa movilización policiaca y de elementos del Ejército Mexicano, al norte de Monterrey.
Pocos minutos después de las 22:00 de ayer un gran número de uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Defensa Nacional montaron un fuerte operativo alrededor de en la tienda de autoservicio HEB ubicada sobre la avenida Rodrigo Gómez, a unos metros de Penitenciaria. En el lugar, los uniformados localizaron una caja azul de plástico, la cual tenía un letrero mediante el cual se podía presumir que adentro del recipiente había una persona descuartizada.
El mensaje iba dirigido a un grupo de la delincuencia organizada y como remitente firmaban sujetos de un cartel antagónico.
Los policías estatales y los militares acordonaron el área y aseguraron el perímetro hasta que arribaron al sitio los peritos en criminalística de la Procuraduría General de Justicia, quienes ampliaron la indagatoria. Los Policías Ministeriales una vez que confirmaron que en la caja no había explosivos, procedieron a destapar el recipiente.
En el interior del mismo, estaba el cuerpo despedazado de una mujer de entre 30 a 35 años de edad y al lado de los restos humanos, dentro de la misma caja el uniforme que se presume portaba esta fémina.
Sin que fuera confirmado por las autoridades investigadoras, en el lugar trascendió que la mujer de la que solo se alcanzaba a observar su rostro, un fragmento del cuerpo y un pedazo del brazo, era una celadora del penal del Topo Chico.
Al lado del cuerpo cercenado había un uniforme similar al que utilizan los custodios de esta institución, así como una pequeña placa en la cual se alcanzaba a leer, presuntamente, el nombre de N. Coronel, sin que ello confirmara la identidad de la occisa a los investigadores.
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