Autoridades localizaron el martes más cadáveres en fosas clandestinas en Tamaulipas y Durango, con lo que el total de cuerpos recuperados llegó a 279. En Tamaulipas, se habían encontrado 183 cadáveres; mientras que en Durango, la cifra alcanzó los 75 cuerpos, según reportes de autoridades estatales y federales.
La procuradora general de México, Marisela Morales, informó a la prensa que en Tamaulipas se elevó de 177 a 183 la cifra de cadáveres en al menos 40 fosas encontradas en San Fernando, una municipalidad cercana a la frontera con Estados Unidos. Las autoridades atribuyen las muertes de Tamaulipas al cartel de las drogas de Los Zetas, el mismo grupo responsabilizado del homicidio de 72 migrantes en agosto de 2010, también en San Fernando.
Mientras, la Fiscalía de Durango informó que el martes se encontraron 21 cadáveres en fosas en una zona residencial de la capital del mismo nombre, con lo cual aumentó a 75 el número de cuerpos.
En días anteriores, y en una zona distinta de Durango, las autoridades habían encontrado otras fosas con 10 cuerpos completos y tres decapitados, así como cuatro cabezas humanas. La fiscalía no ha precisado si los restos corresponden a un total de 17 cuerpos o si algunas de las cabezas pertenecían a alguno de los decapitados.
Las autoridades tampoco han señalado los motivos de los homicidios, ni los han atribuido a algún grupo del crimen organizado.
El norte del país ha padecido en los últimos años un repunte de la violencia atribuida al narcotráfico y que en todo México ha dejado más de 34.600 muertos desde diciembre del 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra el crimen organizado. La procuradora general señaló a la prensa que hasta ahora han sido detenidos 74 individuos vinculados con los asesinatos de las 183 personas encontradas en las fosas de San Fernando.
Dijo que solamente han identificado a dos de las 183 víctimas. El gobierno de Guatemala informó recientemente que uno de los asesinados era guatemalteco.
Los detenidos, entre ellos 17 policías municipales de San Fernando, se encuentran bajo prisión preventiva de 40 días mientras se ahonda en las pesquisas.
Las autoridades creen que varias de las víctimas podrían ser personas que viajaban en autobuses de pasajeros rumbo a la frontera con Estados Unidos y fueron secuestrados por miembros del grupo criminal.
Morales señaló que algunos de los detenidos han confesado su participación en el secuestro y asesinato de pasajeros de autobuses.
El vocero en materia de seguridad del gobierno federal, Alejandro Poiré, afirmó que pese a los hechos violentos registrados en los últimos meses y la vulnerabilidad que han mostrado las policías locales, el estado mantiene el control de Tamaulipas.
Señaló que tras los hallazgos de las fosas se reforzó la presencia de las fuerzas federales, incluidos soldados y marinos, que se mantendrán en la zona el tiempo que sea necesario.
Añadió que la presencia de las autoridades federales en Tamaulipas ha permitido en los últimos días liberar en dos operativos distintos en la localidad fronteriza de Reynosa a 119 personas, incluidos migrantes mexicanos, centroamericanos y chinos que permanecían secuestrados por grupos criminales. Reynosa se encuentra cerca de San Fernando, aunque las liberaciones no han sido vinculadas hasta ahora con el caso de las fosas. La procuradora refirió que en uno de los casos en que se liberó a 68 personas, incluidos 12 centroamericanos, fueron detenidos dos presuntos miembros del Cartel del Golfo y cuatro policías municipales.
Dijo que las primeras investigaciones señalan que miembros del cartel retenían a migrantes hasta que sus familiares pagaban entre 1.000 y 2.000 dólares. Una vez que se cobraba el dinero, los propios criminales los cruzaban hacia Estados Unidos.
La fiscalía de Durango señaló que la búsqueda de cuerpos continuará el miércoles en una zona residencial de la capital del estado, del mismo nombre. Durango ha sido escenario de pugnas entre los carteles rivales de Sinaloa y Los Zetas.
