El penal tiene una capacidad máxima de 200 reclusos, sin embargo, los últimos registros -relevados en 2009- contabilizan más de 600 reos. Noticiero Digital difundió una serie de fotografías en las que los presos aparecen posando con sus armas, con pistolas en la cintura, un arsenal cuidadosamente acomodado en una celda y una fiesta mixta en la piscina construida sólo para unos pocos.
Estas imágenes, de 2010, son parte de una investigación que está en curso sobre el caso. En julio del año pasado, el diario Médanos publicó la denuncia de un grupo de familiares de presos que advertían sobre "el excesivo consumo de drogas, bebidas alcohólicas y armas de fuego que circulan en el recinto penitenciario".
Un año antes, en 2009, fue Panorama quien denunció lo que ocurría en el Penal de Falcón. En su artículo detalló con lujo de detalles la construcción de una piscina, de unos seis metros de largo por cuatro de ancho en medio de la cárcel. La construyeron los mismos internos.
En su momento, las autoridades del penal intentaron justificar el espacio de esparcimiento y aseguraron que los beneficios eran sólo "para los reos que mantienen una buena conducta a los que se les premia con pasar el sábado y el domingo acompañados de sus familiares".
Sin embargo, el periódico también informaba que en el penal no hay detectores de metales y la requisa era prácticamente nula. El comandante de Policía local, falcón, Jesús López Marcano, admitió que muchos de los hechos delictivos que ocurren en todo el estado tienen su origen en ese penal.
"El grupo que tiene el control del internado judicial obtiene grandes cantidades de dinero provenientes del tráfico de drogas. Además, están bien armados, hasta con granadas fragmentarias", denunció López Marcano. "Tenemos información que desde esta cárcel se están dando las instrucciones para cometer secuestros, comerciar drogas y hasta preparar sicariato", advirtió.
La situación que describen estas declaraciones de 2009 no cambió. De hecho, las fotos con los presos armados hasta los dientes son de 2010. Sí es cierto que ahora comenzó una investigación en la que estas imágenes serán pruebas decisivas.
El Internado Judicial de Coro, en el estado Falcón, es una cárcel particular: los reos tienen pistolas que no se preocupan por ocultar. Además, construyeron una piscina para las visitas femeninas.
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