Los padres de los alumnos de primer grado de la Escuela 21 de Florencio Varela están aterrados, invadidos profundamente por la indignación y el temor causados por los sucesivos casos de violación y abuso sexual en manos de un compañero, de 9 años, quien asiste al mismo curso luego de repetir tres veces.
Ante el firme reclamo de los denunciantes, las clases debieron suspenderse y la docente del curso afectado habría sido desplazada de su cargo puesto que los progenitores coincidían en señalar que “mientras la maestra se dormía en clase nuestros chicos eran abusados”.
El Colegio Nº 21, situado en Larrea y Pedro Morán, permanecía cerrado en la jornada de ayer al cobrar trascendencia pública dos casos de violación y tres de abuso sexual por parte de un alumno de 1º B, de 9 años, a sus compañeros de 6, los cuales fueron confirmados por los exámenes forenses correspondientes.
Un día antes, los padres de los niños se habían convocado en la puerta del establecimiento y posteriormente realizaron una manifestación, que incluyó la quema de neumáticos.
Los progenitores exigieron la destitución de las autoridades de la dirección y de la maestra de primer grado, llamada Roxana, quien finalmente fue desplazada de su cargo. La educadora destituida ha sido acusada por los padres de “leer el diario en clase y hasta se dormía, entonces este ‘chiquito’ se abusaba de nuestros hijos”.
Según informó a Crónica uno de los padres, identificado como Walter Olmedo, “el lunes en el recreo, un chico de 9 años aprovechó que los docentes no los vigilaban y se llevó a dos nenes al baño. Les hizo tocar los penes entre sí y luego los obligó a que le practicaran sexo oral para finalmente violarlos”.
Posteriormente las víctimas salieron corriendo hacia el patio, en medio de llantos y gritos, para ser asistidos y socorridos por sus maestros.
Pero “la señorita y la vicedirectora dijeron ‘esto se queda acá’”, reveló Olmedo.
A su vez, agregó, en forma escalofriante, que “cuando le fuimos a consultar sobre lo que pasó, nos respondieron: ‘Los chicos se estaban explorando sexualmente, es normal a esa edad’”.
El menor sindicado como autor de las violaciones ya había abusado de dos niñas y un niño, usando como “cómplice” a un compañero circunstancial, a quien amenazaba con golpearlo en caso de negarse a ayudarlo y lo obligaba a levantarle la pollera a las nenas y bajarle los pantalones a los nenes para él poder manosear sus partes íntimas.
Al respecto, Walter remarcó que “a este chico lo quieren derivar a otra escuela pero va a seguir haciendo lo mismo. Tienen que darle un apoyo especial porque no puede estar con otros chicos”. CRONICA
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