Dos hombres que ingresaron encapuchados y armados a asaltar la casa de una familia boliviana en Florencio Varela murieron en la madrugada de este sábado tras recibir golpes múltiples por parte de quinteros de la zona que resistieron el robo y declararon que actuaron en defensa propia. Los incidentes ocurrieron en la madrugada en el barrio La Capilla, en la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde se concentran varias quintas de frutas, flores y verduras cuyos propietarios denunciaron ante la prensa estar "hartos de los continuos robos" en sus viviendas.Fuentes policiales confirmaron hoy, que dos hombres fueron hallados muertos en un invernadero de la zona, con golpes múltiples en sus cuerpos y cabezas por lo que se inició una investigación para determinar si los homicidios se produjeron en el marco de un caso de exceso de legítima defensa.
Los informantes señalaron que los "moradores de la finca fueron a prestar declaración" tras reportar los decesos y explicaron que actuaron "en defensa propia".
Los investigadores señalaron que de acuerdo con las primeras pericias los agricultores "golpearon en la cabeza con un zapín a uno" de los ladrones que cayó muerto tras recorrer 80 metros desde la casa, mientras el otro presentaba aparentemente "un impacto de arma de fuego".
Carlos Vella, propietario de la casa que fue asaltada minutos después de la medianoche, contó hoy al canal de noticias TN que su familia detectó que había "gente que ingresó al galpón" y como hace una semana le habían robado la batería de la camioneta salió para correr a los posibles asaltantes. Sin embargo, dijo que "aparece uno encapuchado con arma nueve milímetro, me encañona y luego aparecieron dos más", que lo obligaron a ingresar a su casa, donde uno de ellos "reventó la puerta con 5 o 6 patadas".
En la vivienda, el asaltante amenazó a su familia, por lo que Vella se enfrentó a los golpes para defenderse y tras lamentar los decesos explicó su actitud: "Era la vida de él o la vida mía". El quintero reconoció que atacó al hombre armado "con la herramienta de trabajo" y señaló que tras asestar los primeros golpes los ladrones "escaparon corriendo". Vella comentó que los quinteros de la zona sufrieron robos violentos "varias veces" y señaló que "tres años atrás intentaron entrar y robar". Pero en esa oportunidad, cuando logró disuadir a los ladrones le "pegaron un tiro en el pecho con arma calibre 16", posiblemente de fabricación casera. En general, dijo, "se llevan dinero, cosas de valor, DVD, todo lo que sea de valor y que sea chico".
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