Una lluvia de cientos de pájaros muertos ha tenido lugar en Louisiana pocos días después de que una avalancha de miles de estos animales cayera desde el cielo en Arkansas.
En esta ocasión, alrededor de 500 mirlos y estorninos han sido encontrados muertos en una pequeña carretera secundaria situada unas 300 millas al sur de la localidad donde tuvo lugar la anterior lluvia de aves. Los biólogos que están encargándose de este sorprendente caso han recogido algunos cadáveres para investigar las posibles causas de esta macabra tormenta. Por el momento, los científicos que han llevado a cabo las autopsias de las aves encontradas en Arkansas han descartado en envenenamiento.
Por este motivo, sospechan que pudieron fallecer debido a las lesiones y el terror que les provocaron los fuegos artificales propios de las celebraciones de Nochevieja, aunque no descartan que fueran las tormentas las responsables de la muerte de los pájaros.
Al parecer, cuando la meteorología es tan adversa, las aves pueden ver alterado su sentido de la orientación, de manera que la que hace de quía del resto del grupo pudo precipitarlas hacia el suelo, con el consiguiente desenlace.
Antecedentes similares: De hecho, en los últimos treinta años se han registrado 16 incidentes similares a estos y siempre se han achacado a las tormentas, ya que los pájaros han caído al suelo durante ellas.
Asimismo, los biólogos están tratando de averiguar qué pasó con alrededor de 100.000 peces que fueron encontrados en un río de Arkansas justos un par de días antes de que tuviera lugar la lluvia de los 3.000 mirlos. "Por el momento, no creemos que la muerte de las aves y la de los peces tenga alguna relación", ha manifestado Nancy Ledbetter, de la Arkansas Game&Fish Comission, aunque todavía no se conocen los resultados de los análisis de las muestras que se han enviado a los laboratorios para esclarecer estos episodios.
En esta ocasión, alrededor de 500 mirlos y estorninos han sido encontrados muertos en una pequeña carretera secundaria situada unas 300 millas al sur de la localidad donde tuvo lugar la anterior lluvia de aves. Los biólogos que están encargándose de este sorprendente caso han recogido algunos cadáveres para investigar las posibles causas de esta macabra tormenta. Por el momento, los científicos que han llevado a cabo las autopsias de las aves encontradas en Arkansas han descartado en envenenamiento.
Por este motivo, sospechan que pudieron fallecer debido a las lesiones y el terror que les provocaron los fuegos artificales propios de las celebraciones de Nochevieja, aunque no descartan que fueran las tormentas las responsables de la muerte de los pájaros.
Al parecer, cuando la meteorología es tan adversa, las aves pueden ver alterado su sentido de la orientación, de manera que la que hace de quía del resto del grupo pudo precipitarlas hacia el suelo, con el consiguiente desenlace.
Antecedentes similares: De hecho, en los últimos treinta años se han registrado 16 incidentes similares a estos y siempre se han achacado a las tormentas, ya que los pájaros han caído al suelo durante ellas.
Asimismo, los biólogos están tratando de averiguar qué pasó con alrededor de 100.000 peces que fueron encontrados en un río de Arkansas justos un par de días antes de que tuviera lugar la lluvia de los 3.000 mirlos. "Por el momento, no creemos que la muerte de las aves y la de los peces tenga alguna relación", ha manifestado Nancy Ledbetter, de la Arkansas Game&Fish Comission, aunque todavía no se conocen los resultados de los análisis de las muestras que se han enviado a los laboratorios para esclarecer estos episodios.
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