Un jefe de la Policía en el norte de Filipinas murió tras recibir los disparos de otro agente al que regañó por estar bajo los efectos del alcohol y disparar al aire con su arma reglamentaria por las celebraciones de Año Nuevo, informaron hoy fuentes policiales. El suceso ocurrió en Talavera, en la provincia de Nueva Ecija, cuando el inspector Bernardo Castro disparó varias veces contra su superior, el superintendente Ricardo Dayag, según dijo el superintendente Agrimero Cruz. Según Cruz, el agresor fue detenido inmediatamente después del incidente que sucedió después que Dayag reprendiera a Castro por llegar borracho al trabajo y disparar al aire con su pistola. A pesar de estar prohibida, los disparos al aire son una práctica habitual en las celebraciones de Año Nuevo en Filipinas junto a los artefactos pirotécnicos por la creencia de que el ruido ahuyenta la mala suerte. Este año las balas perdidas causaron al menos dos muertos y unos 20 heridos mientras que más de 500 personas sufrieron heridas por culpa de los petardos.
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