Una potente explosión en un barrio céntrico de la capital de Turquía se cobró la vida de al menos tres personas y dejó 15 heridos, cinco de ellos en estado grave. La Fiscalía turca ha confirmado que se trata de un atentado.
Según los primeros datos difundidos por los medios locales, el artefacto explosivo se encontraba en un minibús aparcado en el concurrido barrio de Kizilay, donde se ubican diferentes instituciones gubernamentales y numerosas tiendas. Tras el estallido, otros vehículos se incendiaron mientras que los cristales de algunos edificios cercanos se han roto debido a la onda expansiva.
De momento la Policía no se ha pronunciado sobre el incidente. Sin embargo, los servicios de seguridad podrían estar buscando otras dos bombas en la zona, según la televisión turca. También se ha informado de que fue detenido un hombre que gritaba amenazas no lejos del lugar del incidente. En el barrio trabajan varias brigadas de Policía, bomberos y médicos.
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