Una adolescente siria, cuyo cuerpo mutilado fue descubierto por casualidad por su familia en un depósito de cadáveres, es la primera mujer que muere en una cárcel siria, según ha denunciado Amnistía Internacional (AI).
Zainab Hosni, de 18 años, natural de Homs, fue decapitada, mutilada e incluso le arrancaron la piel del cuerpo, según AI.
Fue secuestrada el pasado mes de julio por hombres sospechosos de pertenecer a las fuerzas de seguridad sirias, en un intento de presionar a su hermano Mohammad Deeb Hosni, un activista que también fue detenido y torturado.
Ambos hermanos murieron, elevando el número de detenidos bajo custodia a 103 casos desde que las protestas comenzasen en Siria el pasado mes de marzo contra el presidente Bashar Asad.
"Si se confirma que Zainab se encontraba bajo custodia cuando murió, este sería uno de los casos más inquietantes de los detenidos que han perdido la vida hasta ahora", dijo Philip Luther, director adjunto de AI para Oriente Medio África del Norte, en un comunicado.
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