Harold Hackett tiene miles de amigos en todo el mundo gracias a los mensajes embotellados que lleva lanzando al océano Atlántico desde hace 15 años.
El canadiense de 59 años de edad es uno de los residentes del poblado de pescadores Tignish, en la Isla del Príncipe Eduardo en la costa este de Canadá. A los más de 4.800 mensajes que ha enviado en botellas, identificando cada uno por la fecha de lanzamiento inscrita y una nota con su correo postal, ha recibido ya más de 3.100 respuestas.
Para asegurar que las miles de botellas de plástico y cristal están bien tapadas, el hombre utilizó unos 680 rollos de cinta adhesiva, cientos de plumas, y docenas de marcadores permanentes. Algunas cartas han tardado décadas en ser descubiertas en Canadá, EEUU, Islandia, Europa, África, Rusia y América del Sur.
Conocido ya como 'Harold el hombre botella', Hackett envió su primer mensaje en mayo de 1996 y desde entonces ha logrado alcanzar un 64% de reacciones a sus textos que han viajado en botellas kilómetros y kilómetros.
El creador de esta peculiar red social no incluye su número de teléfono ya que con su idea busca reciprocidad: que le envíen cartas al estilo tradicional. "Cada carta tiene su propia historia", sostiene 'el hombre botella', que no piensa detener su iniciativa "hasta que los ojos estén cerrados de por vida".
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