El décimo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en EE. UU. transcurrió sin incidentes graves. Sin embargo, el nerviosismo general de fondo por la amenaza terrorista obligó a evacuar el lunes a cientos de personas, según informan los medios estadounidenses.
La semana pasada, autoridades federales norteamericanas informaron de que habían recibido una serie de amenazas de ataques terroristas en Nueva York y Washington en el aniversario de la tragedia del 11-S. Como resultado, en todo el país se tomaron mayores medidas de seguridad, incluyendo registros de vehículos y un refuerzo en la protección de las infraestructuras.
Asimismo, la Policía evacuó este lunes a cientos de personas de la corte federal y de los edificios cercanos al Gobierno de la ciudad de West Palm Beach, en el estado de Florida, mientras examinaba un vehículo aparcado sospechoso. Resultó una falsa alarma.
El mismo día en Goldsboro, en Carolina del Norte, frente a la cárcel local encontraron un paquete sospechoso. Las autoridades trasladaron a más de 200 presos a la sección de la cárcel con paredes más gruesas. Además evacuaron a la gente de los edificios cercanos. Tampoco detectaron en el objeto sospechoso ningún elemento explosivo.
Estos hechos fueron registrados tras el incidente del domingo en el cielo de EE. UU., cuando cazas F-16 escoltaron dos vuelos comerciales. Los aviones de caza fueron enviados a acompañar los vuelos de Denver a Detroit y de Los Ángeles a Nueva York como medida de precaución después de que algunos pasajeros de estos vuelos se hubieran encerrado en el cuarto de baño. Los pasajeros sospechosos fueron detenidos e interrogados, pero en su comportamiento no se detectó ningún indicio de terrorismo.
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