La diva de los teléfonos abandonó su hermetismo y habló sobre su familia, sus parejas y sus enemigos. De paso, confesó el verdadero motivo detrás de la compra de su mascota: Jazmín.
Emulando los lineamientos de las grandes cadenas internacionales, Alejandro Wiebe, más conocido como Marley, debutó con su ciclo de entrevistas en el que busca revelar los secretos de las figuras más representativas del ambiente.
El primer turno, claro, fue el de Susana Giménez.
Con una combinación de videos de la época en la que la rubia comenzó con su carrera artística, planos de su living actual y el relato fluido de la protagonista, el ciclo abordó temáticas como la relación de la rubia con su familia, sus parejas y, de paso, disparó contra Jorge Porcel.
“Porcel no era querido, era una mala persona. Éramos compañeros, pero no amigos. No era buen compañero”, recordó la rubia que, si bien se negó a explicar los motivos de su afirmación, apuntó a la contraposición con la figura de Alberto Olmedo: “Con él era distinto, éramos amigos”.
El plano amoroso fue, sin lugar a dudas, otro gran momento de la noche. Aunque quedan pocos secretos por revelar, la rubia se encargó de hablar de tres de sus romances más comentados: Huberto Roviralta, Corcho Rodríguez y, claro, Carlos Monzón.
El boxeador fue el primero en ser recordado por la rubia que decidió no referirse a algunos otros aspectos de la relación anteriormente confesados, sino que optó por relatar una anécdota en donde, según ella misma cuenta, se plasma la esencia de la misma.
“Estábamos en Mar del Plata, pescando con mamá por la playa y vi un pingüino. Apenas lo vi, dije: ‘Qué lindo, qué tierno, cómo me gustaría tenerlo’. Apenas lo dije, me respondió: ‘¿Lo querés negra?’. Agarró una piedra y se la tiró por la cabeza, quedó medio tonto. ‘¡Yo lo quería vivo!’, le dije”, recordó Susana.
El turno de Roviralta fue, una vez más, uno de los más polémicos. Es que, tal como demuestra cada vez que se le pregunta sobre su ex marido, la rubia deja en claro que la relación de diez años no fue buena con una simple anécdota en la que, de paso, confesó el verdadero motivo detrás de la incorporación de Jazmín, su emblemático perro, a su vida.
“Tuve que comprarme a Jazmín –su mascota- porque él se pasaba todo el día con los caballos. Me ignoraba”, recordó la rubia.
En tanto, y para deleite de Verónica Lozano, la rubia tuvo pocas pero sentidas palabras para describir su relación con Jorge “Corcho” Rodríguez, a quien conoció tras su escandaloso y millonario divorcio de Roviralta. “’Corcho’ fue uno de los hombres más importantes de mi vida”, aclaró.
En el plano familiar, la rubia no dudó a la hora de confesar que uno de los momentos más duros que vivió fue cuando su padre la envió durante tres años a un colegio pupilo.
“Viví una buena infancia, trato de borrar todo lo malo y acordarme de las cosas buenas. Entre las malas, estuve pupila tres años en un colegio y mi padre fue muy estricto”, recordó.
La relación con su madre fue, también, otro recuerdo doloroso para Susana.
“De papá era respetuosa, pero a mamá la pasaba por encima. De eso me arrepiento hasta el día de hoy. Cometía mucho con ella”, señaló.
Quizás la tensión entre ambas mujeres tenía como génesis la relación que su madre tenía con su hermano, Patricio. “Nunca tuvimos una buena relación con mi hermano. Yo era muy celosa y él de chico era raro. Le costaba todo. Mi mamá lo apoyaba siempre a él”, finalizó la rubia. FUENTO: UNO
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