Un equipo de ingenieros aeroespaciales ha presentado una ingeniosa idea que, utilizando globos gigantes de helio por su capacidad de elevación, permitiría limpiar las miles de piezas de basura espacial y traer los satélites no operativos de vuelta a la Tierra.
Los satélites que ya no funcionan representan un peligro para las naves que orbitan la tierra. En 2009, uno de ellos se cruzó en el camino de un satélite operativo, lo que destruyó ambos aparatos dejando tras de sí miles de piezas de basura espacial.
Una forma de prevenir estas colisiones es hacer que los satélites enciendan sus motores al final de su vida útil para entrar en la atmósfera terrestre, en la que serían incinerados. No obstante, para conseguir esto se necesita darles combustible extra, lo que significa una masa adicional que aumenta el precio del lanzamiento.
Los globos serían una forma más barata de resolver el problema, según Kristin Gates de la Corporación Global Aeroespacial en Altadena, California.
Cualquier nuevo satélite podría ser enviado al espacio con un globo acoplado a la cubierta. Una vez que el satélite alcanzase el final de su vida útil, se llenaría el globo con helio u otro gas, aumentando la fuerza de arrastre cuando el globo chocase con la atmósfera terrestre.
Un globo de 37 metros podría llevar un satélite a una altitud que permitiría su desintegración en menos de un año, mientras que sin el globo se tardarían décadas, según el equipo de ingenieros.
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