Los santiagueños señalan a las industrias tucumanas como las responsables del desastre ecológico en el lago. Dicen que los olores nauseabundos y los peces flotando son problemas cotidianos.
Son cada vez más las voces que se levantan para que se termine con la mortandad de la fauna ictícola.
Pescadores, visitantes, guías turísticos, feriantes y ecologistas reclaman medidas urgentes para frenar la contaminación que desde hace años provoca la muerte de miles de ejemplares sin distinción de especies ni tamaño. Las industrias tucumanas son señaladas como las principales causantes del problema, además de la inacción de los organismos de control.
Este desastre provoca el asombro de muchos turistas y pescadores deportivos que llegan al lugar y se encuentran con el terrible paisaje.
“Instamos a las organizaciones o ecologistas que retomemos la lucha porque nuestro dique está padeciendo la acción de grandes empresas”, dijo el médico ecologista Walter Nieva.
Según feriantes ubicados a metros del Dique Frontal, el olor nauseabundo y la presencia de peces muertos en los piletones de la presa “provocan un tremendo daño a la ecología y el paisaje que ofrece la obra hídrica juntamente con el río Dulce”
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